domingo, 12 de junio de 2011

YIAAAJai

Estoy en la resaca de todo lo que ha sido Lilya Forever.
Ha sido mi estreno profesional. Y dicen que sólo es el despegue…
Ha sido mucho estrés. Compaginarlo con la productora. Cuadrar ensayos, horarios, fechas.
Ha sido darme cuenta de que hay muchas estrellitas que me hacían sentir que todo iba a ir bien…
Ha sido miedo a no estar a la altura.
Han sido muchas lágrimas. Muchísimas. De tensión, de carga emocional, de tristeza e impotencia por la historia que teníamos entre manos. Porque es realmente duro, porque entrar en ese mundo te golpea y duele. Porque es un mundo real, que está cerca.
Muchísimas más lágrimas porque estaba cumpliendo un sueño. (Sí, Sheyla, ¡estamos en Azar!) Porque la llave funcionaba, el trébol de cuatro hojas estaba completo. Porque me pasaban muchas cosas por la cabeza: he estudiado cuatro años algo muy intenso sabiendo que no iba a ser fácil poder dedicarme a ello, ¡y ahora lo estaba haciendo! Y no sólo es que lo hubiera conseguido: ¡¡es que lo estaba disfrutando a tope!! Y porque el camino, después de todo, no parecía ser el incorrecto.
Ha sido muchísima ilusión. Sí, somos pitukis, y cuquis. Y nos ilusionamos porque tenemos camisetas de Azar, y porque hay armarios en los camerinos, y porque tenemos catering, y porque vamos en la furgo, y porque estamos rodeadas de titiriteros, y porque Javi está convencido de que sí que habrá gira,…
Has sido tú a mi lado. Algo nuevo, y, cómo no, espectacular. Y tu brillo en los ojos. Tu apoyo siempre. Tu paciencia, tu comprensión, tu ilusión, tu firmeza, tu admiración. Natacho.
Ha sido intensidad. En las relaciones. Nueve actores, más un director, más dos técnicos. Muchas, muchas llamas. Abrazos, palabras, charlas hasta la madrugada, mucho vodka, risas hasta reventar, muchísima sabiduría. Somos sus niñas… (Algún día también nosotras contaremos esas historias….) Mucho, mucho fuego.
Ha sido Natasha. Construirlo sola pero con ellos. Uñas azules, chicle, me voy a comer el mundo… ¡¡soy de PUTA MADRE!!
Ha sido mucha gente respaldándonos. Mucha que fue, y nos aplaudió, y fue, aunque lo pasara mal, y fue, y lloró y nos hizo llorar, y luego quiso celebrarlo con nosotros. Hubo mucha gente que no fue, pero estuvo de alguna manera. Hubo mucha gente que ni siquiera estuvo, y la eché de menos, pero supe que estará.
Han sido todas estas cosas y más.
Normal que ahora esté con tanta resaca. PUfff. Tengo un YIAAAJai grande como en el centro de mi estómago… Como dice Lope, quien lo probó lo sabe…

No hay comentarios:

Publicar un comentario